Alemania, el país de la cerveza y el fútbol. País de gran tradición, cultura, paisajes, comida y bebida, es conocido en todo el mundo. Su actual posición de dominancia en Europa lo pone en el punto de mira de todos y su gran belleza atrae al año a millones de turistas. Uno de los motivos de la afluencia de personas en masa es la belleza de sus pueblos. Grandes, pequeños, antiguos o más modernos, todos ellos tienen algo especial, que queremos recopilar en este listado de los pueblos más bonitos de Alemania.
Hamelin: Magia de cuento en este precioso pueblo
Este pueblo, situado en la Baja Sajonia, es conocido mundialmente por la historia del flautista de Hamelin. Pero este lugar es mucho más, ya que cuenta con preciosas calles, paisajes y lugares donde perderse. No puedes pasar por este lugar y no ver, entre otros lugares, el Am Markt. Esta es la plaza principal del pueblo y una de las zonas de mayor afluencia y lugar de paso para propios y extraños.
La iglesia de San Marcos es otro punto de visita que todo turista debe visitar en su viaje por uno de los pueblos más bonitos de Alemania. Su preciosa fachada cuenta con unas campanas y una ventana de madera en la cual se hace una representación del cuento una vez al día, lo que supone un gran atractivo para los visitantes, que ven como la fantasía se hace realidad. Sin duda un pueblo con mucha personalidad, bonitas calles, lugares, comida y con unos habitantes que te harán sentirte como en casa.
Bernkastel-kues: Uno de los pueblos más bonitos de Alemania
Si viajamos hasta el estado de Renania-Palatinado, nos encontramos con Bernkastel-kues, uno de los pueblos más bonitos de Alemania. Se trata de un lugar de película, con unas calles estrechas y empedradas, de coloridos tonos, casas de madera y castillos en ruinas, que le dan un toque medieval muy atractivo y bonito.
Su perfección, estilismo y simetría hacen de este pueblo una gran maqueta gigante, preciosa de ver y con numerosos rincones por descubrir. Su ruta del río Mosela es uno de sus mayores atractivos, además de disfrutar de sus innumerables paisajes, zonas verdes y llenas de vida. Sin duda un lugar para visitar y disfrutar de la paz y tranquilidad que transmite.
Gengenbach: Un cuento de hadas al sur del país
Si nos situamos a una hora escasa de SchilTach, en plena Selva Negra, encontraremos este bonito y mágico pueblo llamado Gengenbach. Entrar en este bello lugar es adentrarse en un cuento del que no podrás marcharte tan fácilmente, ya que sus casas de madera, sus callejuelas, sus flores, paisajes y encanto, te atraparán desde el momento en que pongas un pie en ellas.
Camina, pasea durante horas recorriendo este bello lugar, que ha servido para rodar exteriores de películas como “Charlie y la Fábrica de Chocolate”. Paz, tranquilidad y encanto son sólo algunas de las características que reúne uno de los pueblos más bonitos de Alemania. No dudes en visitar lugares tan preciosos como el Rathaus o el ayuntamiento, que data de primeros del siglo XVIII.
Cochem: La postal perfecta
Ahora nos movemos hasta las orillas del río Mosela, donde encontramos uno de esos pueblos perfectos para fotografiar y tener como recuerdo para enviar postales. Sus casas de tejados irregulares y vivos colores le dan mucha vida al conjunto que, junto con su precioso valle y sus viñedos, lo convierten en uno de los pueblos más bonitos de Alemania.
Miles de turistas visitan cada año este bonito pueblo para, además de ver sus maravillosos paisajes, disfrutar de uno de los mejores vinos de Alemania y Europa. Sin duda, un deleite para los sentidos y otro motivo para visitar esta obra de arte. Un lugar para recordar, disfrutar de los pequeños placeres de la vida y relajarte junto a los tuyos.
Dinkelsbühl: Precioso pueblo medieval
Después de sobrevivir a dos guerras mundiales, a un sinfín de batallas y al paso del tiempo, este pueblo se ha convertido en uno de los pueblos más bonitos más bonitos de Alemania, además de ser uno de los pueblos medievales mejor conservados del país. Su arquitectura de color pastel, sus torres de artillería y sus adoquinadas calles y esquinas lo convierten en uno de los lugares más especiales de Alemania.
Amplias y enormes murallas, casas típicas alemanas, un ambiente hogareño y acogedor, son sólo algunos de los motivos que te llevarán a no querer abandonar este pueblo, que se ha convertido en parada obligatoria para todo aquel visitante que se precie.