Suiza es un país que tiene de todo. Los Alpes, el Rin, sus lagos…todo invita a la fotografía, mostrando un paisaje único y especial. Se trata de un lugar frío, donde sus habitantes te harán entrar en calor y donde te enamorarás de sus quesos y gastronomía en general. Además, cuenta con algunos lugares verdaderamente interesantes. A continuación, algunos de los pueblos más bonitos de Suiza.
Wengen: Un señor pueblo
Si buscamos la palabra “pueblo” en el diccionario, la definición más clara debería ser, simplemente, Wengen, el nombre de este bonito lugar. A día de hoy sólo hay una vía de acceso moderna, su tren de cremallera. No hay coches, tan sólo unos cuantos taxis que funcionan por electricidad y que se utilizan para trasladar por el pueblo a los distintos turistas que lo visitan, sobretodo en el corazón del pueblo, Jungfrau.
Se trata de uno de los pueblos más bonitos de Suiza, que muestra un aspecto algo tosco y antiguo, pero sumamente hermoso. Cuenta con numerosos hoteles de lujo y su semana de la música es uno de los acontecimientos más esperados del año y que atrae a un mayor número de turistas. Para los más peques, en invierno, podrán disfrutar del Freie Marionettenbühnem la mejor compañía de marionetas del país. En definitiva, un pueblo para disfrutar de sus paisajes, su cultura y sus habitantes, pero sobretodo, para desconectar.
Morcote: Uno de los pueblos más bonitos de Suiza
La perla del Ceresio. Así se le conoce a este bonito, sinuoso y lujurioso lugar, que se encuentra a orillas del Lago Lugano. Uno de los pueblos más bonitos de Suiza, aunque bien podría parecer italiano. Esto se debe, entre otras razones, a su skyline católico y a sus caserones, que recuerdan mucho a los italianos.
Este pueblo es sumamente pequeño, se recorre en un santiamén, pero transmite una gran felicidad. Te invita a silbar, saltar, reír, bailar y cantar, todo ello mientras observas sus numerosas casas llenas de magia y encanto, con el lago culminando el paisaje en el horizonte. No te pierdas algunos de sus más bonitos monumentos, como pueden ser la capilla de San Antonio Abate, que cuenta con una escalera verdaderamente preciosa. Aún siendo algo tétrico, su cementerio crea un paisaje especial y muy bonito.
Vevey: En la variedad está el gusto
Este pueblo se corona por encima del Lago Lemán y, si bien no es tan conocido como Montreux, se encuentra situado en la mejor zona del lago y tiene una belleza fuera de lo común. Sus calles, paisajes, habitantes, verdes estampas…todo ello influye en hacer de este uno de los pueblos más bonitos de Suiza.
Su mercadillo semanal es famoso en la región y en el podrás encontrar numerosas muestras del vino Lavaux, uno de los más cotizados del país. Si continuas recorriendo sus preciosas calles, te encontrarás con numerosas y maravillosas sorpresas, entre las que se encuentra la estatua de Chaplin, un tenedor pinchado en agua o el museo de Kokosha. Se trata de un pueblo muy completo y variado, donde se puede hacer de todo pero, más que nada, disfrutar.
Stein am Rhein
Este pueblo parece estar sacada de un cuento de aventuras, caballeros y princesas. A orillas del Rin, este exagerado pueblo tiene un toque especias, irresistible y verdaderamente mágico. Su gran prosperidad económica permite construir enormes casas con complejos entramados, además de numerosos monumentos como el monasterio de St Georg o Hohenklingen, una hermosa y enorme fortaleza.
Se trata de un pueblo cuyas vistas te llevarán a un mundo nuevo, mágico y alejado de la realidad. No lo dudes y visita uno de los pueblos más bonitos de Suiza y con más encanto.
Gruyeres
Este pueblo es muy campechano, sencillo y bueno. Hogareño, caluroso y amigable, se caracteriza por su conocido queso homónimo y su gastronomía en general, con numerosos restaurantes, donde las foundes presiden las mesas. Se trata de un lugar maravilloso, con calles mágicas y muy vistosas, perfectas para hacer la foto perfecta, junto a familiares, amigos o pareja.
En definitiva, un pueblo especial, donde comer, pasear y culturizarse, pues su museo de arte tibetano atrae a numerosos turistas año tras año. Uno de los pueblos más bonitos de Suiza.