Australia es el pueblo de los paisajes por excelencia. Tiene tantos y de tan bella factura que hasta en Hollywood se han dado cuenta. El señor de los anillos se ha nutrido de sus valles, montañas, ríos y praderas, mostrando la belleza de un paraje idílico y especial que todo turista debe visitar al menos una vez en la vida. Además, si buscamos los pueblos más bonitos de Australia, encontraremos alguna sorpresa maravillosa, que nos hará disfrutar de este hermoso país. A continuación mostramos una pequeña selección de esos pueblos con encanto y especiales:
Weissenkirchen: Original y bonito pueblo para perderse
Este bonito y verde pueblo, se dice es una especie de imitación de una de las zonas rurales más especiales de Europa, Wachau. Pero la verdad es que nos encontramos ante uno de los pueblos más bonitos de Australia. Fino y sofisticado, con una arquitectura bella, limpia y especial, Weissenkirchen cuenta además con unos paisajes espectaculares, donde destacan sus viñedos y sus puntiagudas lomas, siempre con sus blancas iglesias de fondo, creando un paraje atípico y especial.
Perfecto para una escapada íntima, podrás disfrutar también de una buena copa de riesling, una bebida deliciosa que a todo el mundo gusta y que te trasladará a los rincones más especiales de Australia de un simple sorbo. No dudes en visitar este singular lugar, que nada más lejos de la realidad, es un pueblo precioso por si mismo sin tener la necesidad de inspirarse en ninguno.
Gmunden: Uno de los pueblos más bonitos de Australia
Este especial pueblo es el jefe del lugar. Orgulloso de liderar el lago en el que se encuentra, Gmunden recibe numerosos visitantes cada año, convirtiéndose en uno de los pueblos más bonitos de Australia, y de los más visitados.
Miles de visitantes acuden a este pueblo para, aparte de disfrutar de su belleza y encanto, pegarse un buen chapuzón en sus limpias y cristalinas aguas, que cuentan con una sofisticación fuera de lo común. El castillo de Ort, que descansa a orillas de sus aguas, se convierte en otro de los grandes atractivos de este bello pueblo, junto a su ayuntamiento, desde el cual se aprecian unas maravillosas vistas.
Krems
Este es un pueblo muy especial, pues se podría decir que se trata de una pequeña ciudad en miniatura. Sus murallas y puertas, erosionadas con el tiempo, han ido dando a este pueblo una seña de identidad propia junto con sus habitantes de gustos especiales.
Cuenta con un centro histórico de gran belleza, que alterna numerosas y bellas callejuelas de estilo medieval con grandes y majestuosos edificios de corte neoclásico, que dan la sensación de prosperidad y bienaventuranza. Otra de las señas de identidad de este pueblo es la gran cantidad de cafés que tiene. Esta comida es para ellos imprescindible y son muchas las estancias en las cuales poder disfrutar del grano de café molido. Sin duda, uno de los pueblos más bonitos de Australia.
Lienz
Este pueblo guarda, salvando las distancias, ciertos parecidos a Italia, con un ambiente mediterráneo que recorre cada centímetro de este bello lugar. En este pueblo destaca su clima, el cual permite que no haya monopolio de esquís y raquetas, sino que se repartan las actividades, se salga a caminar por sus bonitas y coloridas praderas…todo un disfrute para propios y extraños, que encontrarán en este pueblo un lugar donde relajarse.
Sus numerosas terrazas lo llenan de alegría y su ayuntamiento se erige como el eje central del lugar, con majestuosidad y belleza. También podrás ahondar en sus callejuelas, sinuosas y burlonas, que sirven de antesala para apreciar su mastodónico y espectacular castillo. Uno de los pueblos más bonitos de Australia.
Mariazell: Parada religiosa obligada

Este lugar, que se encuentra en el epicentro del país, recibe al año a miles de peregrinos católicos, que acuden para encontrar la paz en sus bellos lugares, como el santuario mariano. Esto ha ido convirtiendo a este, uno de los pueblos más bonitos de Australia, en un pueblo de temática cristiana y religiosa.
No puedes dejar de visitar su basílica de estilo barroco, que se eleva majestuosa a lo alto del pueblo y cuyo interior, si bien algo sobrecargado, es de una preciosidad única. Su exterior, algo menos llamativo, también conserva esa belleza especial de todo el pueblo. Un pueblo religioso que no te puedes perder, seas o no creyente, ya que su belleza está fuera de toda duda.